jueves, 31 de enero de 2008

La Investigación de la Comunicación en la II Guerra Mundial.

Solomon Asch



La Segunda Guerra Mundial fue también el estímulo para la creación del Programa de Investigación de la Comunicación de Yale. Las inquietudes de los dirigentes nacionales respecto a los efectos de la propaganda y el deseo de elaborar campañas publicitarias eficaces y convincentes llevó a este grupo de investigadores a aplicar la teoría del aprendizaje al área del cambio de actitudes (Lott y Lott, 1985). Efectuaron docenas de estudios para averiguar quién debería decir qué y cómo para persuadir al auditorio de que creyera en un mensaje o adoptara una posición.
La década de 1950 y el comienzo de la siguiente vieron a la psicología social involucrarse en esta línea de investigación. Las atrocidades de la guerra generaron preocupaciones sobre el grado al que la gente obedecería las órdenes de las autoridades y se plegaría a los esquemas del grupo. Los psicólogos sociales iniciaron estudios sobre la conformidad (Asch, 1956) y la obediencia(Milgram, 1965).

La Conducta de Conformidad.
Esta línea de investigación ya fue propuesta por Sherif en 1935, sobre la conformidad e influencia social, Solomon Asch (1951-1956) estableció el término "conformidad" como un elemento capital del repertorio explicativo del psicólogo social.
Este tipo de experimentos tratan de dilucidar, analizando alguna capacidad básica cuantificable en el laboratorio, hasta qué punto el individuo está sometido a presión por el resto de los componentes de un grupo debido al juicio perceptivo de un grupo pequeño. Tal y como propuso Asch, el sujeto experimental se enfrentaba a una crisis de confianza en la que debía elegir entre su propio criterio y lo que el resto del grupo decía ser verdad. "Los sujetos veían en el dilema una situación atormentadora" (Asch 1936). Pidió a los sujetos experimentales que juzgasen la longitud de una serie de líneas en las que la discriminación de su tamaño era tan fácil que equivocarse era bastante improbable.
Colaboradores de Asch hacian de cómplices dentro del experimento, los cuales daban respuestas unánimes correctas o no para valorar, en el último turno de respuestas la conformidad de dicho sujeto a las respuestas de la mayoría.
Las crecientes tensiones mundiales, la carrera armamentista y la guerra verbal y de nervios entre las potencias de Oriente y Occidente, que se conocieron como guerra fría, concentraron la atención en los temas de los conflictos y su solución. Los piscólogos sociales reunieron sus talentos con los de los sociólogos, matemáticos, científicos políticos y economistas para formular teorías y metodologías de investigación dedicadas al estudio de los conflictos y la toma de decisiones (Deutsch y Krauss, 1960).
En tanto que estos esfuerzos se concentraron en la relación entre individuos, la teoría que avivó los rescoldos vivos de la psicología social subrayaba el efecto de las situaciones sociales sobre los individuos. Leon Festinger comenzó su obra preguntándose cómo se evalúan las personas, incluyendo sus empeños, actitudes, apariencias y conducta. Argumentaba que a falta de medidas objetivas, las personas se comparan con los demás. (Festinger, 1954). La preocupación por el proceso de evaluación llevó a Festinger a examinar lo que ocurría cuando la gente enfrentaba incongruencias entre sus conductas, actitudes.
Propuso la teoría de la disonancia cognitiva (Festinger, 1957) con la cual afirmó que las personas luchan por ser congruentes en sus cogniciones (creencias, actitudes e información sobres sus conductas y las de los otros). El descubrimiento de incongruencias crea un estado de disonancia cognoscitiva y mueve a los individuos a restablecer la congruencia. Las investigaciones sobre la disonancia cognoscitiva llenaron las publicaciones de psicología social durante los siguientes 15 años y se aplicó la teoría para profundizar en la comprensión de temas como la conducta de los consumidores, la atracción interpersonal, la integración en las escuelas y el aprendizaje.
Los 10 años que transcurrieron entre mediados de la década de 1960 y mediados de 1970 encontaron a la psicología social cada vez más interesada en la forma en que el individuo percibe e interpreta los hechos sociales. El proceso de atribución (Kelly, 1967, Jones y Davis, 1965) atrapó la imaginación de los psicólogos sociales y se aplicó a la explicación de las emociones, la evaluación personal y la percepción del otro. Este período también atestiguó otro cambio de acento en la psicología social. Si en verdad el campo habría de tomarse como una ciencia seria, tenía que formular métodos que se pudieran repetir y hacer públicos y que soportaran el escrutinio riguroso que exigían las otras ciencias. Por tanto, los psicólogos sociales dirigieron su atención a perfeccionar sus métodos de investigación, adoptar técnicas nuevas para registrar y observar el comportamiento y aplicar herramientas estadísticas más avanzadas al análisis y la interpretación de los datos (Kenny, 1985). Los adelantos tecnológicos permitieron a los investigadores incorporar a sus estudios mediciones fisiológicas y brabaciones fieles en video y emplear programas de computación cada vez mejores para realizar investigaciones y analizar datos. Además de refinar su metodología, los científicos sociales fueron capaces de pulir sus teorías gracias a los nuevos horizontes que abrió la tecnología. Por ejemplo, Cacioppo y sus colaboradores (Cacioppo, 1997, Cacioppo, 1993) fueron pioneros en el uso de refinadas técnicas de registro neuronal para medir las actitudes. Este método no habría sido posible sin los adelantos tecnológicos en computación y psicofisiología que ocurrieron en los últimos 20 años.
Algunos psicólogos sociales veían con alarma este interés por las cuestiones estructurales de la disciplina (Elms, 1975) ¿Perdía la psicología social su dedicación a los temas sociales y estaba destinada a convertirse en una ciencia preocupada por minucias y detalles irrelevantes? No era una preocupación novedosa; ya a comienzos de la década de 1930 lo había manifestado J. F. Brown, alumno de Lewin (Minton, 1984). Sin embargo, la alarma no era fundada, y la década de 1970 vio cómo la psicología social incorporó sus metodologias y teorías más elaboradas al estudio de los temas de la mujer, el ambiente, la ley y los procesos legales, y la paz y la solución de los conflictos. Y con sólo el bagaje de sus metodologías y teorías conductuales, se ha ofrecido a los psicólogos sociales puestos en el gobierno, la industria y los bufetes de abogados.
Asimismo, el campo extendió sus fronteras. Se fundó la Asociación Europea de Psicologís Social Experimental e investigaciones europeas importantes se volvieron muy conocidas en áreas cpmo la influencia social o la conducta de grupos. En 1996, apareció la Sociedad Asiática de Psicología Social para oficiallizar las actividades del campo en los países de la cuenca del Pacífico.
La década de 1980 vio también un cambio de acento en la teoría y la investigación de la psicología social. Aumentó el encanto por la forma en que percibimos y procesamos la información social (cognición). La insistencia en la postura cognoscitiva (Markus y Zajone, 1985) ha mostrado que las personas no son peones pasivos que reaccionan al ambiente social, sino que organizan e interpretan los acontecimientos. El trabajo en la cognición social se dirige a identificar la forma en que se procesa esta información y ha hacer pronósticos más exactos sobre la relación entre la gente y su mundo social.

La Segunda Guerra Mundial.

La Segunda Guerra Mundial
El surgimiento del Fascismo.
El contexto en el cual surge el fascismo se compone de un proletariado con altos índices de desocupación y la desazón de los ex-combatientes con un gobierno liberal corrompido cuya cabeza era el octogenario Giolitti. Pero lo más significativo era que una nueva burguesía industrial pugnaba por desplazar a las antiguas fuerzas feudales y latifundistas, que se oponían a cualquier tipo de cambio. Las condiciones económicas que surgieron como consecuencia de la guerra crearon dos fenómenos paralelos:
1) Una industria pesada que se benefició y mucho con la producción de armamentos al punto de asfixiar a las medianas y pequeñas empresas, favoreciendo la concentración de capitales en las manos de los burgueses y grandes industrias como fiat.

2) Esto trajo aparejado un segundo fenómeno que fue el nacimiento de una nueva clase dirigencial compuesta por este selecto grupo de grandes empresarios y banqueros; llamado a reemplazar a la antigua y desacreditada clase de dirigents políticos.
Unas pocas familias económicamente poderosas obtuvieron el poder con él manejaron y manejan todavía a los hombres políticos que pasan a ser sirvientes fantoches de sus intereses sectarios.
Esta nueva clase dirigente encontraría en el fascismo su mejor aliado, de la misma forma que más tarde los industriales alemanes se servirían del nazismo para consolidar sus imperios económicos.
Mussolini, después de haber pasado las penurias de la vida en el frente de combate (resultó herido durante el conflicto) padeció la misma frustración y enojo ante la actitud sumisa del gobierno liberal italiano ante los gobiernos aliados.

Es que Italia, a pesar de haber formado parte de las potencias vencedoras, recibió el trato de un país derrotado y fue obligada a pagar cuantiosas sumas en calidad de reparaciones de guerra.
Si a esto se le suma el desencanto ideológico, que para un socialista como Mussolini significó la revolución Rusa, el cóctel no podía ser otro que la ruptura con el socialismo.
La Revolución Rusa, que al principio parecía enarbolar los ideales socialistas del colectivismo y de los soldados unidos al pueblo trabajador, pronto reveló su lado oscuro con una serie de hipocresías que rompían el corazón de cualquier buen socialista.
En Rusia, el patrón autoritario y la burguesía Zarista eran reemplazadas por una burguesía estatal y autoritaria que para peor se componía de los mismos funcionarios zaristas, primero echados y luego vueltos a llamar, dado que eran los únicos que conocían el funcionamiento interno del estado. Ante el fracaso de la experiencia bolchevique Mussolini al igual que Stalin madura la idea de un Socialismo nacionalista distinto del Socialismo tradicional porque para poder modificar el mundo comprende que primero hay que modificar la realidad del propio país, si se quiere un Socialismo pragmático como alternativa al Socialismo utópico, brillante en el plano abstracto pero que siempre estaba destinado a fallar en el terreno de los hechos.


Tropas alemanas desfilan en Varsovia Soldados alemanes en Noruega, 1940 Soldados británicos heridos en Dunquerque
Hitler en París Londres bombardeado Hitler y sus generales durante la Operación Barbarroja
El ataque a Pearl Harbor El ataque a Pearl Harbor Los japoneses son bienvenidos en Birmania

martes, 22 de enero de 2008

LA HISTORIA DE LA PSICOLOGIA SOCIAL

Kurt Lewin


Además de su ubicación temporal, la psicología social también está localizada en el espacio, pues es producto de occidente en gran parte y concretamente en norteamerica, donde tuvo sus grandes desarrollos e investigaciones, si bien tuvo en sus inicios algunos fundadores europeos (Jones, 1985, Graumann, 1988).
La psicología social, quizá más que las otras ciencias, ha sido moldeada por los acontecimientos mundiales, las corrientes políticas y los asuntos sociales (Harris, 1986).
Los hechos importantes de l día han dado el impulso a muchos de sus temas y áreas de estudio. Además, e igual de importante, es que los resultados de esta joven ciencia puedan utilizarse para influir en el curso de los sucesos sociales.
Se celebra el año de 1897 como aquel en el cual se realizó el primer experimento de psicología social. Norman Triplett (1897) examinó los registros oficiales de las carreras de bicicletas y observó que la velocidad máxima de los ciclistas era aproximadamente 20 por ciento mayor cuando competían con otros que cuando corrían solos. Entonces, Triplett concibió un estudio de laboratorio para demostrar el efecto. Hizo que unos niños recorrieran una línea en un carril de pesca ya fuera solos y ya en la presencia de otros niños que realizaban el mismo cometido.
El efecto de la presencia de otros en el desempeño individual fue básicamente el único tema estudiado en forma experimental durante las tres primeras décadas de psicología social (Allport, 1985).
Poco después del cambio de siglo, se publicaron dos textos de psicología social. Uno, Social Psychology (Psicología social), fue escrito por el sociólogo E. A. Ross (1908), quien afirmaba que la conducta social era causada por imitación o sugestión. Ross estaba interesado en la psicología de masas y el comportamiento colectivo. Su obra dio el tono para el progreso del estudio de la psicología social en el contexto de la sociología (Pepitone, 1981).
El segundo libro de William McDougall (1908), postulaba que gran parte del comportamiento humano era el resultado de instintos, que son tendencias conductuales innatas (no aprendidas) comunes a los miembros de una especie.
Por tanto para McDougall buena parte de la conducta social humana tenía una motivación o un impulso interno. Él se concentró más en el individuo que Ross; tal es la postura de la psicología social. Aunque las dos décadas que siguieron a la publicación del libro de McDougall fueron de crecimiento para la disciplina, aún carecía de su propia aproximación teórica, su metodología era una derivación y sus técnicas fueron tomadas del estudio de la memoria, el aprendizaje y la educación.
En 1.929, Louis L. Thurstone y E.J. Chave publicaron The Measurement of Attitudes (La medición de las actitudes). Con esta obra nació un campo nuevo. La obra de Thurstone y Chave suponía que era posible conceptuar y medir las actitudes y las opiniones. Pronto se agregaron técnicas nuevas (entre otros, de Rensis Likert, 1932) y la década de 1.930 se convirtió en una época de medición y estudio de las funciones de las actitudes.
En 1934 se fundó el primer instituto de sondeos de opinión pública que originó la enorme industria que hoy nos dice qué pensamos de todo, desde las pastas de dientes hasta los candidatos presidenciales.
Los acontecimientos de esa década de 1930 cumplieron una función importante en el allanamiento del camino para la psicología social en Estados Unidos.
Con la Gran Depresión, muchos jóvenes psicólogos estaban sin trabajo. Estos profesionales se unieron y descubrieron que el desempleo no era lo único que tenían en común, pues pensaban que los psicólogos deberían estudiar los asuntos sociales importantes, como el fascismo que crecía en Europa o los problemas laborales habituales en su país (Finison, 1986, Stagner, 1986).
Este grupo de psicólogos, en el que se encontraban personalidades Ross Stagner, David Krech, Gordon Allport, Ernest Hillard y Gardner Murphy, formó en 1936 la Sociedad para el Estudio Psicológico de Temas Sociales (SPSSI, por sus siglas en inglés).
La sociedad tenía psicólogos de todas las disciplinas, pero una gran proporción de sus miembros eran psicólogos sociales.
La investigación en la psicología social todavía fue muy diferente de lo que es hoy, hasta que Kurt Lewin se integró al campo. Lewin viene de la tradición de la psicología aplicada. Durante la Primera Guerra Mundial, elaboró en Alemania una prueba para operadores de inalámbricos con el interés de encontrar los medios para aumentar la productividad de los grupos (John Eckardi y Hiebsch, 1989). Si bien este interés coincidía con el de los psicólogos de la SPSSI, Lewin tenía un proyecto más amplio que lo sitúa como el fundador de la moderna psicología social. Lewin, quien emigró de la Alemania hitleriana en 1933, introdujo la teoría en la psicología social. Como defensor inflexible del método científico deductivo, creía que era posible y deseable enunciar las premisas generales que ligaran el comportamiento humano con las situaciones sociales (Lewin, 1935). Más aún, pensaba que estas premisas generales debían ser establecidas con la ayuda de la experimentación. Por la influencia de Lewin y sus colaboradores, la psicología social empezó a contemplar la investigación no sólo como el estudio de fenómenos separados e inconexos, sino también como forma de poner a prueba teorías generales sobre el comportamiento de las personas (Lewin, 1935). Con esta nueva perspectiva, la psicología entró en su etapa moderna.
Lewin también se distinguió por delinear la psicología social como una ciencia del estudio de los fenómenos sociales de la época, una que, además, aprovechaba sis datos para influir en los temas sociales. Por ejemplo, el inicio de la Segunda Guerra Mundial suscitó la cuestión de cómo persuadir a la gente para que ahorrara materiales y alimentos que serían necesarios en la guerra.
Lewin (1943) realizó un estudio de la eficacia de diversos métodos de influencia social para que las amas de casa sirvieran comidas distintas y asequibles.
La guerra también fomentó en Estados Unidos el interés por saber qué forma de gobierno era la mejor, dictadura o democracia.
Lewin (Lewin, Lippitt y White, 1939) se valió del clima de guerra para comparar los efectos de varios estilos de liderazgo en el desempeño y la dinámica de los grupos. Él y sus estudiantes emprendieron también una serie de estudios de dinámica de grupos que fueron uno de los cimientos de la psicología social industrial y organizacional. Con el objeto de estudiar la formación de grupos, Lewin concibió el método del observador participante, que dio lugar al uso de
Grupo T
en la investigación y la industria.


La meta de la Psicología Social: más allá de los comportamientos observables.

El campo de la psicología social ha sufrido algunas transformaciones desde sus orígenes, pero ninguna más radical que las "conductas" que los psicólogos sociales someten a una estrecha observación. Tomando en consideración el estudio realizado por Cantril, descubrimos que el investigador estaba más interesado en saber cómo se comportaban las personas cuando se enteraban de que por ejemplo "venían los marcianos".
¿A quien llamaban por teléfono?; ¿Con quién fueron?; ¿De qué hablaron?; ¿Qué llevaron-incluso- en sus autos cuando huyeron de sus casas?.
En este caso, Cantril(1940-1968) examinó el efecto de una situación social -el programa de La guerra de los mundos- en el comportamiento individual e interpersonal, que pudo, en su mayor parte, ser observado y expresado.
Los psicólogos sociales comenzaron, así a examinar las respuestas que se daban más allá de los comportamientos observables, se incluyeron primero las actitudes y emociones y posteriormente, las percepciones e interpretaciones. Con este planteamiento, Cantril habría examinado los sentimientos de las personas mientras escuchaban el programa o sus pensamientos. En este caso, el objetivo habría sido aún el efecto de los estímulos sociales en las respuestas, pero se habría ampliado la categoría de "respuesta".
Una vez que las investigaciones abarcaron ideas, percepciones y emociones, el horizonte creció de nuevo. Entonces, los psicólogos sociales pudieron explorar la relación entre actos, actitudes, sentimientos y percepciones. El objeto de interés se centró en el proceso que funda la conducta social.
Las investigaciones realizadas, muestran que las personas perciben e interpretan el hecho de manera distinta y que sus respuestas están guiadas por sus interpretaciones. O bien actitudes y sentimientos tienden el camino para la conducta, o bien la conducta influye en sentimientos y actitudes. Antes que el hecho social se presente como un estímulo fuera del control del individuo, se verá que las actitudes y conductas de éste delinean el carácter del estímulo. Es decir, el examen del proceso reveló algunas relaciones entre acontecimientos sociales, actitudes, sentimientos, interpretaciones y actos.
Pero estas aproximaciones al proceso no estableció el límite de la psicología social. La vida social no es una serie de acontecimientos independientes en que cada uno comienza en cuanto termina el anterior. De la misma forma que recordamos una canción mucho después de haberla escuchado por primera vez, guardamos información sobre las interacciones sociales, modos de reaccionar, de actuar, de interpretar los actos sociales. Este almacén de información del pasado indluye en nuestras expectativas sobre las situaciones actuales, nuestra interpretación de ellas y la forma en que clasificamos personas y sucesos en su contexto. Al reconocer estos temas, el campo de la psicología social creció otra vez para abordar el examen de cómo guarda la gente la información sobre sus experiencias e interacciones sociales y cómo influye esta información en su conducta en las situaciones actuales.
Kelly (1997) expone el modo en que nuestras experiencias moldean nuestro lenguaje y nuestras convicciones acerca de las relaciones interpersonales y cómo estos factores influyen en nuestra reacción ante las relaciones actuales.

lunes, 21 de enero de 2008

La Psicología Social y Disciplinas afines.

Como psicólogos sociales, sabemos que si extendemos la muestra de individuos, encontraremos algún sujeto que no busca compañía cuando se asusta; las diferencias entre las personas harán que algunas se comporten de manera distinta que la mayoría.
Luego de examinar estas diferencias, debemos expresar que nos referimos al énfasis de los campos y no delimitaciones nítidas entre disciplinas; estas distinciones nos sirven para entender el objeto de la psicología social, la psicología de la personalidad y la sociología, pero no excluyen superposiciones considerables. Estos campos no están separados por límites definidos, más bien sus intereses y posturas se traslapan.
El psicólogo social francés Serge Moscovici caracteriza la psicología social como un "puente" entre otras ramas del conocimiento (Moscovici, 1989). El campo reconoce la importancia del individuo en un sistema social y, por tanto, aprovecha la sociología, las ciencias políticas, la antropología y la economía. Considera la enorme gama de actividades humanas y la influencia de las culturas y del pasado en el comportamiento de las personas.
Al adoptar este punto de vista, la sociología social se cruza con la filosofía, la historia, las artes y la música. Además de esta postura general, la psicología social comprende la relevancia de las actividades internas en la conducta social, por ejemplo, los psicólogos sociales se preguntarían cuáles son los efectos fisiológicos de estar con otras personas luego de un incidente atemorizador, a saber, la presión arterial o la secuencia cardíaca. Con base en este planteamiento, analizaremos temas como la percepción, la cognición y las respuestas fisiológicas que serán la base descriptivas de las investigaciones en la psicología social.
Por lo tanto, aunque esta materia posee una identidad propia y estimulante, es justo caracterizarla como estrechamente vinculada a muchas otras disciplinas de las humanidades, las ciencias sociales y las naturales.

viernes, 18 de enero de 2008

En busca de una Definición de Psicología Social

Para intentar definir el objeto de estudio de la Psicología Social partiremos de investigaciones realizadas por Hadley Cantril, psicólogo social de Princeton, quien realizó 135 entrevistas con el fin de catalogar las reacciones de las personas frente a diversos fenómenos sociales (como una invasión, catástrofes, atentados, etc).
Una de las reacciones más frecuentes fue la tendencia a buscar la compañía de otros para enfrentar la situación estresante como parte de un grupo.
En situaciones de extremo peligro la gente se amontonaba en tiendas, refugios contra tormentas, casas y departamentos; había grupos de personas hacinadas en autos.
En Nueva Jersey, una mujer histérica llamó a la policía y le dijeron que el peligro "no era inmediato". "Todos nos besamos-narra- y pensábamos que moriríamos".
Orson Welles en el estudio de la radio donde trabajaba, en un ensayo de uno de sus radioteatros; emite La Guerra de los Mundos, de H. G. Welles, el 31 de octubre de 1.938, pretendía ser un programa espacial, pero causó que millones de personas temieran por su vida y buscaran el apoyo social de sus amigos.

La transmisión de La guerra de los mundos tuvo un efecto profundo y duradero en quienes encendieron sus aparatos esa víspera de noche de brujas.
Imaginen que ustedes forman parte de un grupo cuyo proyecto de clase es describir y explicar estos efectos del programa. Se trata de una tarea ingente: seis millones de personas escucharon la transmisión. ¿Cómo emprendería el grupo este proyecto?
Una forma sería que cada miembro adoptara una postura ligeramente distinta al examinar a la audiencia y sus reacciones.
Por ejemplo; uno de ustedes examinaría el influjo, en quienes escucharon la emisión y quienes no. Entonces, compararía actitudes, conductas y emociones de los sujetos de las dos categorías.
Otro colega se concentraría en los efectos del programa en los grupos, investigaría la influencia de los acontecientos de esa noche en las familias o grupos sociales.
El tercer colega se ocuparía de individuos específicos; identificaría cuatro personas que hubieran oído la transmisión y compararía las reacciones de cada una con las otras tres.
Todas estas posturas son elementos importantes que ayudarán a entender los sucesos desde distintos puntos de vista.
Al esbozar estas posturas, señalamos a grandes rasgos los objetivos de la psicología social, la sociología y la psicología de la personalidad.

Definimos la psicología social como la disciplina que se vale de métodos científicos para "entender y explicar la influencia que la presencia real, imaginaria o implícitas de los otros tiene en las ideas, los sentimientos y la conducta de los individuos" (Allport, 1985,p.3)

Un punto importante que se debe recordar es que la psicología social se concentra en el individuo, y no en un grupo o comunidad. Quienes piensan, sienten y actúan son los individuos. Como psicólogos sociales, queremos conocer el efecto de los sucesos sociales en los individuos. Este interés por la persona es lo que vincula a la psicología social a la familia de la psicología. más que cualquier otra rama de las ciencias sociales.

Al mismo tiempo que su objeto de estudio es el individuo, su propósito es comprender cómo actúan la mayoría de las personas en determinada situación. No estamos tan interesados en las peculiaridades de los individuos que los impulsarían a actuar en forma diferente. Nuestra intención es entender las tendencias generales de actos, sentimientos e ideas de las personas.

Si ustedes asumen estas aproximaciones en el proyecto de grupo, se preguntarían:

  1. Si la mayoría se asustó con la emisión, esto es, qué emociones puso en juego.
  2. Si la mayoría trató de estar con otros o de quedarse a solas (conducta).
  3. Si la mayoría creyó que los marcianos invadieron el lugar donde viven (actitud).
En sus funciones como psicólogo social, estaría interesado en explicar porqué las personas reaccionaron de esas maneras.
¿Fué el miedo el los incitó a estar con otros?
Si fué así ¿Por Qué? y en la presentación final del informe ustedes concluirían con pronósticos sobre cómo respondería la gente en situaciones similares.

El colega que se ocupó de estudiar los efectos de la transmisión en los grupos adoptaría una postura sociológica. En general, los sociólogos están interesados en la estructura y el funcionamiento de los grupos, que pueden ser pequeños (una familia), medianos (un club o fraternidad) o grandes (una determinada sociedad o grupo étnico).
Aquí, el objeto serían las normas que formó el grupo para enfrentar la crisis suscitada por la guerra de los mundos, o bien, qué grupos (social, laboral, etc.) resintieron más el efecto del programa.

El colega o estudiante que investigó individuos representa a los psicólogos de la personalidad, cuyo interés es identificar diferencias entre individuos las cuales guian el comportamiento. En este caso, nos ocuparía la reacción de una sola persona (como María) a diversas situaciones y las diferencias entre sus respuestas y las de otra persona (ejemplo: Juan). Ver tabla 1.1

El psicólogo de la personalidad, que quiere ante todo identificar tendencias comunes de la gente, se interesaría más por el eje horizontal.
¿Cómo se conduce María o Juan, Susana o Jorge en todas las situaciones?
El psicólogo social, que contempla los efectos de las situaciones en las personas, investiga los puntos comunes en sentido vertical de la tabla 1. Sabemos que María, Juan, Susana y Jorge tienen muchas diferencias. Reaccionarían a las situaciones en diversos modos y reconoceríamos que tienen personalidades diferentes; pero las diferencias de personalidad no son el objeto de los psicólogos sociales, sino determinar la forma en que reaccionan casi todas las personas.
En la tabla se observa que cuando la gente se asusta, busca otras personas.