martes, 22 de enero de 2008

LA HISTORIA DE LA PSICOLOGIA SOCIAL

Kurt Lewin


Además de su ubicación temporal, la psicología social también está localizada en el espacio, pues es producto de occidente en gran parte y concretamente en norteamerica, donde tuvo sus grandes desarrollos e investigaciones, si bien tuvo en sus inicios algunos fundadores europeos (Jones, 1985, Graumann, 1988).
La psicología social, quizá más que las otras ciencias, ha sido moldeada por los acontecimientos mundiales, las corrientes políticas y los asuntos sociales (Harris, 1986).
Los hechos importantes de l día han dado el impulso a muchos de sus temas y áreas de estudio. Además, e igual de importante, es que los resultados de esta joven ciencia puedan utilizarse para influir en el curso de los sucesos sociales.
Se celebra el año de 1897 como aquel en el cual se realizó el primer experimento de psicología social. Norman Triplett (1897) examinó los registros oficiales de las carreras de bicicletas y observó que la velocidad máxima de los ciclistas era aproximadamente 20 por ciento mayor cuando competían con otros que cuando corrían solos. Entonces, Triplett concibió un estudio de laboratorio para demostrar el efecto. Hizo que unos niños recorrieran una línea en un carril de pesca ya fuera solos y ya en la presencia de otros niños que realizaban el mismo cometido.
El efecto de la presencia de otros en el desempeño individual fue básicamente el único tema estudiado en forma experimental durante las tres primeras décadas de psicología social (Allport, 1985).
Poco después del cambio de siglo, se publicaron dos textos de psicología social. Uno, Social Psychology (Psicología social), fue escrito por el sociólogo E. A. Ross (1908), quien afirmaba que la conducta social era causada por imitación o sugestión. Ross estaba interesado en la psicología de masas y el comportamiento colectivo. Su obra dio el tono para el progreso del estudio de la psicología social en el contexto de la sociología (Pepitone, 1981).
El segundo libro de William McDougall (1908), postulaba que gran parte del comportamiento humano era el resultado de instintos, que son tendencias conductuales innatas (no aprendidas) comunes a los miembros de una especie.
Por tanto para McDougall buena parte de la conducta social humana tenía una motivación o un impulso interno. Él se concentró más en el individuo que Ross; tal es la postura de la psicología social. Aunque las dos décadas que siguieron a la publicación del libro de McDougall fueron de crecimiento para la disciplina, aún carecía de su propia aproximación teórica, su metodología era una derivación y sus técnicas fueron tomadas del estudio de la memoria, el aprendizaje y la educación.
En 1.929, Louis L. Thurstone y E.J. Chave publicaron The Measurement of Attitudes (La medición de las actitudes). Con esta obra nació un campo nuevo. La obra de Thurstone y Chave suponía que era posible conceptuar y medir las actitudes y las opiniones. Pronto se agregaron técnicas nuevas (entre otros, de Rensis Likert, 1932) y la década de 1.930 se convirtió en una época de medición y estudio de las funciones de las actitudes.
En 1934 se fundó el primer instituto de sondeos de opinión pública que originó la enorme industria que hoy nos dice qué pensamos de todo, desde las pastas de dientes hasta los candidatos presidenciales.
Los acontecimientos de esa década de 1930 cumplieron una función importante en el allanamiento del camino para la psicología social en Estados Unidos.
Con la Gran Depresión, muchos jóvenes psicólogos estaban sin trabajo. Estos profesionales se unieron y descubrieron que el desempleo no era lo único que tenían en común, pues pensaban que los psicólogos deberían estudiar los asuntos sociales importantes, como el fascismo que crecía en Europa o los problemas laborales habituales en su país (Finison, 1986, Stagner, 1986).
Este grupo de psicólogos, en el que se encontraban personalidades Ross Stagner, David Krech, Gordon Allport, Ernest Hillard y Gardner Murphy, formó en 1936 la Sociedad para el Estudio Psicológico de Temas Sociales (SPSSI, por sus siglas en inglés).
La sociedad tenía psicólogos de todas las disciplinas, pero una gran proporción de sus miembros eran psicólogos sociales.
La investigación en la psicología social todavía fue muy diferente de lo que es hoy, hasta que Kurt Lewin se integró al campo. Lewin viene de la tradición de la psicología aplicada. Durante la Primera Guerra Mundial, elaboró en Alemania una prueba para operadores de inalámbricos con el interés de encontrar los medios para aumentar la productividad de los grupos (John Eckardi y Hiebsch, 1989). Si bien este interés coincidía con el de los psicólogos de la SPSSI, Lewin tenía un proyecto más amplio que lo sitúa como el fundador de la moderna psicología social. Lewin, quien emigró de la Alemania hitleriana en 1933, introdujo la teoría en la psicología social. Como defensor inflexible del método científico deductivo, creía que era posible y deseable enunciar las premisas generales que ligaran el comportamiento humano con las situaciones sociales (Lewin, 1935). Más aún, pensaba que estas premisas generales debían ser establecidas con la ayuda de la experimentación. Por la influencia de Lewin y sus colaboradores, la psicología social empezó a contemplar la investigación no sólo como el estudio de fenómenos separados e inconexos, sino también como forma de poner a prueba teorías generales sobre el comportamiento de las personas (Lewin, 1935). Con esta nueva perspectiva, la psicología entró en su etapa moderna.
Lewin también se distinguió por delinear la psicología social como una ciencia del estudio de los fenómenos sociales de la época, una que, además, aprovechaba sis datos para influir en los temas sociales. Por ejemplo, el inicio de la Segunda Guerra Mundial suscitó la cuestión de cómo persuadir a la gente para que ahorrara materiales y alimentos que serían necesarios en la guerra.
Lewin (1943) realizó un estudio de la eficacia de diversos métodos de influencia social para que las amas de casa sirvieran comidas distintas y asequibles.
La guerra también fomentó en Estados Unidos el interés por saber qué forma de gobierno era la mejor, dictadura o democracia.
Lewin (Lewin, Lippitt y White, 1939) se valió del clima de guerra para comparar los efectos de varios estilos de liderazgo en el desempeño y la dinámica de los grupos. Él y sus estudiantes emprendieron también una serie de estudios de dinámica de grupos que fueron uno de los cimientos de la psicología social industrial y organizacional. Con el objeto de estudiar la formación de grupos, Lewin concibió el método del observador participante, que dio lugar al uso de
Grupo T
en la investigación y la industria.


La meta de la Psicología Social: más allá de los comportamientos observables.

El campo de la psicología social ha sufrido algunas transformaciones desde sus orígenes, pero ninguna más radical que las "conductas" que los psicólogos sociales someten a una estrecha observación. Tomando en consideración el estudio realizado por Cantril, descubrimos que el investigador estaba más interesado en saber cómo se comportaban las personas cuando se enteraban de que por ejemplo "venían los marcianos".
¿A quien llamaban por teléfono?; ¿Con quién fueron?; ¿De qué hablaron?; ¿Qué llevaron-incluso- en sus autos cuando huyeron de sus casas?.
En este caso, Cantril(1940-1968) examinó el efecto de una situación social -el programa de La guerra de los mundos- en el comportamiento individual e interpersonal, que pudo, en su mayor parte, ser observado y expresado.
Los psicólogos sociales comenzaron, así a examinar las respuestas que se daban más allá de los comportamientos observables, se incluyeron primero las actitudes y emociones y posteriormente, las percepciones e interpretaciones. Con este planteamiento, Cantril habría examinado los sentimientos de las personas mientras escuchaban el programa o sus pensamientos. En este caso, el objetivo habría sido aún el efecto de los estímulos sociales en las respuestas, pero se habría ampliado la categoría de "respuesta".
Una vez que las investigaciones abarcaron ideas, percepciones y emociones, el horizonte creció de nuevo. Entonces, los psicólogos sociales pudieron explorar la relación entre actos, actitudes, sentimientos y percepciones. El objeto de interés se centró en el proceso que funda la conducta social.
Las investigaciones realizadas, muestran que las personas perciben e interpretan el hecho de manera distinta y que sus respuestas están guiadas por sus interpretaciones. O bien actitudes y sentimientos tienden el camino para la conducta, o bien la conducta influye en sentimientos y actitudes. Antes que el hecho social se presente como un estímulo fuera del control del individuo, se verá que las actitudes y conductas de éste delinean el carácter del estímulo. Es decir, el examen del proceso reveló algunas relaciones entre acontecimientos sociales, actitudes, sentimientos, interpretaciones y actos.
Pero estas aproximaciones al proceso no estableció el límite de la psicología social. La vida social no es una serie de acontecimientos independientes en que cada uno comienza en cuanto termina el anterior. De la misma forma que recordamos una canción mucho después de haberla escuchado por primera vez, guardamos información sobre las interacciones sociales, modos de reaccionar, de actuar, de interpretar los actos sociales. Este almacén de información del pasado indluye en nuestras expectativas sobre las situaciones actuales, nuestra interpretación de ellas y la forma en que clasificamos personas y sucesos en su contexto. Al reconocer estos temas, el campo de la psicología social creció otra vez para abordar el examen de cómo guarda la gente la información sobre sus experiencias e interacciones sociales y cómo influye esta información en su conducta en las situaciones actuales.
Kelly (1997) expone el modo en que nuestras experiencias moldean nuestro lenguaje y nuestras convicciones acerca de las relaciones interpersonales y cómo estos factores influyen en nuestra reacción ante las relaciones actuales.