domingo, 23 de agosto de 2009

DEFINICIÓN CIRCULAR

Reuniendo, relacionando y elaborando algunos datos producidos hasta ahora en estas observaciones, se ensaya una definición de discurso:

1) Discurso es la actividad, la práctica social efectuada entre interlocutores, la cual consiste en discurrir y manifestar lo discurrido, en determinada situación, con alguna finalidad, por medio de una organización del lenguaje, en determinada forma y con particular competencia, en un proceso (diacrónico) de significación verbal y paraverbal, portador de sentido (proceso semiótico).
Discurso I.

2) En segundo plano, discurso es el producto verbal y paraverbal de esa práctica de hablar (lo hablado, lo dicho, lo manifestado, lo expuesto y lo implicito, y el modo y características de ese manifestado).
Discurso II.

La apelación al primitivo-discurrir- de donde se origina el derivado discurso procura establecer el significado sobre la base del conocimiento empírico- la práctica de discurrir- en una definición de tipo operacional, genética y, en cierta medida, ostensiva.

Para conocer el significado de discurso, apelo a la práctica concreta de discurrir, y al conocimiento que de ella deriva; sé qué es discurrir sólo porque discurro, de la misma manera que sé lo que es pensar sólo porque pienso.
Esa definición que, en síntesis, considera el discurso como la acción y efecto de discurrir, incorpora en el concepto un componente semántico insito en el verbo: el hecho de ir de un lado a otro en una búsqueda. En el caso del discurso comunicacional, esa búsqueda puede estar orientada por un propósito definido, o quedar librada a resultados aleatorios. Este segundo modo es el propio del concepto de discurso y su manifestación relevante es el ensayo literario-filosófico, libremente creativo (Chesterton, Montalvo). Aquí se aparta esa modalidad y se refiere al discurso como proceso orientado por una intencionalidad (motivación y finalidad), y por una función conducente.

EL DISCURSO COMO PRÁCTICA SOCIAL

Discurso no es un término unívoco. Por consiguiente es necesario acotar aquí el significado con que se utiliza. Usaré como objeto de observación el hecho que se produce a medida que genera y se exponen reflexiones. La observación de este objeto será la base de producción de datos en el desarrollo del estudio que el autor se propone realizar. Reconoce en esta exposición escrita-que podría realizarse también oralmente- una actividad de lenguaje que llama actividad de hablar.

y dice: "En el momento en que empiezo a hablar con ustedes--no a ustedes- inicio una actividad, una práctica que por producirse entre yo- hablante- y ustedes- lectores u oyentes- se produce una práctica social". Esta práctica consiste en la emisión y recepción de enunciados constituidos de lenguaje. Es una emisión sintagmáticamente ordenada de signos lingüísticos mediante los cuales voy pensando y manifestando pensamientos producidos por mi meditación, reflexión y juicio, acerca de un asunto que procuro examinar o estudiar con ustedes, con alguna finalidad que se irá descubriendo o estableciendo a medida que el proceso de producción de enunciados- enunciación- avance y se complete alrededor del núcleo temático congregante y generador de mi práctica de hablar, hasta completar provisionalmente la manifestación del pensamiento.
En otras palabras: en el momento en que empiezo a hablar, en el desarrollo de mi hablar y hasta el cierre del mismo, procuro establecer una comunicación. Esta es la primera función y al mismo tiempo la función universal de la actividad de hablar.

Producción y producto. El hecho señalado consiste en un discurrir, y en una manifestación del discurrir, sustentados con el lenguaje. Y ese hecho es lo que aquí se denomina discurso.

La práctica de hablar se inició en un momento y punto del continuo reflexivo determinados- con precedentes y preparación o sin ellos-, y se desarrolló como un proceso- discurrir y manifestación- orientado por una meta, que es el tema y mi propuesta acerca del mismo.

El propósito de comunicación y la práctica social que le corresponde - el hablar, la acción y la actividad de hablar- se concretan apelando al material del lenguaje, que está constituído por la lengua, como sistema social compartido- sistema de signos y sus reglas de funcionamiento- y por la competencia lingüística de ambos interlocutores- consistente en la posesión del sistema (sociolecto)- y en la respectiva capacidad de uso para la codificación y decodificación, común entre las diferencias de los correspondientes idiolectos.

De modo que el discurso producido por el locutor no es exclusivamente obra suya: mientras yo hablo, ustedes van discurriendo y reproduciendo la manifestación, con una práctica activa y crítica que a entendiendo, comprendiendo y evaluando mis reflexiones, es decir, va activando el significado y el sentido de mi hablar. Según esto, la actividad del receptor no se limita a "tomar nota" de lo que oye: al mismo tiempo considera, elabora, pondera lo que se le dice- y lo que no se le dice-. Por su práctica, el emisor sabe eso y, correspondientemente, su discurso lo tiene en cuenta y se anticipa para instruir la actividad del receptor.

Por esa actividad del oyente, del receptor y sólo en ella, la actividad de hablar (emisor) se consuma como discurso.

Todo desentimiento parcial, toda distracción deteriora y hasta anula la integridad del discurso y la eficacia de la comunicación. Este discurso se está produciendo en un estudio acerca de estrategias del discurso, tratando de definir el objeto de estudio, que es el tema ahora, entre ustedes y yo aquí, es decir, en determinadas circusntancias, no lingüísticas, entre interlocutores en los cuales se suponen ciertas condiciones y competencias- como la posesión de conceptos, conocimientos, términos e intereses donde mi discurrir- nuestro discurrir- se justifica.

Mi discurrir, mi actividad productora de discurso está sometida o por lo menos condicionada por mi conciencia de que ustedes me escuchan críticamente, desde su propia competencia.

Se está produciendo advertida, además, la posibilidad de que ocurran desentendimientos y distracciones. Y se está produciendo y armando de modo que me sirva para insertar o ilustrar aspectos y conceptos que tengo en mente y en plan; para utilizar este discurso en otros futuros con los que éste se integrará, hasta constituir entre todos el discurso del estudio, al que van a llegar--y ya han llegado- discursos ajenos varios, que iré utilizando en el desarrollo de mis reflexiones y en mi exposición.
La actividad discursiva no se limita al plano de los enunciados lingüísticos: se acompaña- en su versión oral- deliberadamente o no, de entonaciones, gestos, silencios, modulaciones, expresiones de la cara, que aportan algún coeficiente de significación.

Se revelan asi distintos aspectos de un discurso:
a) Alguien habla con el propósito de hacerse entender.
b) Quien habla; modula entonaciones y gestos al expresarse verbalmente.
c) Que mientras se habla se van previendo derivaciones y recursos.
ch) El emisor procura hacerles conocer a los receptores su pensamiento- o conocimiento- de lo que entiende por discurso; es decir, producir un conocimiento.
d) Que provocándolos, procura el emisor, hacerlos participar en la constitución del conocimiento.
e) El emisor del discurso, piensa que alguna modificación se va a producir en los receptores.
f) El emisor sabe que los receptores no son pasivos.
g) EL E. tiene conciencia de como, por no ser los Receptores pasivos, el emisor también está siendo provocado por ustedes (receptores), modifiándolo al emisor, a pesar de su posición privilegiada en la situación comunicativa, o situación de discurso, en que se hallan; Emisor y Receptores.
h) En consecuencia, son interlocutores.
i) Por lo implícito, el discurso dice más de lo manifestado.

sábado, 22 de agosto de 2009

ESTRATEGIAS DEL DISCURSO. IBER H. VERDUGO

El Problema.
El presente texto parte de un cuestionamiento que, en sus términos de mayor amplitud, reconoce un planteo de identidad y libertad; promovido por la intuición, observación y experiencias en la práctica de la opinión, cuyas contradicciones y complejidad, pueden sospechosas y problemáticas. acríticamente, y por lo general, nos sentimos generadores de nuestras ideas, ipiniones y conocimientos de los hechos y de las cosas.
¿Es fundado y legítimo-está legitimado- ese sentimiento?. Lo que pensamos y decimos ¿es producto de nuestra reflexión, de nuestro propio razonamiento?. En ese interrogante ¿Qué significa el término propio?.
De la realidad, efectivamente, ¿tenemos conocimiento propio o ajeno? ¿Cómo se ha formado el conocimiento y la opinión que manifestamos y que se nos manifiesta? ¿En qué medida nuestro pensamiento, como práctica social, es nuestro, libre, condicionado o dirigido; generado por nosotros o simplemente repetido? ¿Somos originadores o repetidores, voces o ecos, creadores o plagiarios?.
Aceptando como supuesto necesario el condicionamiento social ¿Cuáles son sus efectos?.
Aceptando, además, el supuesto de la imbricación indisoluble de pensamiento y lenguaje, o pensamiento y discurso ¿Cómo opera el discurso social en la formación de nuestro pensamiento y de la imagen de la "realidad" en sus múltiples manifestaciones?

De esa problemática, la actividad investigativa deriva otros problemas:
a) En primer lugar, el de la naturaleza del discurso. En su indagación nos encontramos con el hecho del accionar del hablar, o acción discursiva.
b) En segundo lugar, el problema relativo a la naturaleza, condiciones y funciones dela acción discursiva.
La denominación de este trabajo contiene implícita una hipótesis: La de la presencia de mecanismos que se postulan como estrategias del discruso.
Este estudio consistirá en una exploración en el discurso con el propósito de conocer sus estrategias, de modo parcial y creciente.
La sociologia del conocimiento ofrece ya conclusiones respecto de algunos aspectos del problema que nos ocupa.

En relación con el asunto de la propiedad de nuestro pensamiento, que involucra la de nuestro discurso, MANNHEIM sostiene lo siguiente:
"Así como sería un error tratar de derivar un idioma de la observación de un solo individuo, que no habla de un idioma propiamente suyo, sino más bien el de sus contemporáneos y de sus predecesores que le han preparado el camino, del mismo modo es un error explicar la totalidad de un proceso refiriéndose únicamente a la génesis de este en la psique de un individuo. Sólo en un sentido muy limitado el individuo aislado crea él mismo la forma de discurrir y de pensar que le atribuimos. Habla el idioma de su grupo; piensa en la misma forma que su grupo. Halla a su disposición solamente determinadas palabras con su significado. Dichas palabras no sólo trazan en gran parte los caminos que habían de conducirlo al mundo que lo rodea, sino que muestran al mismo tiempo desde qué ángulo y en qué contextura de actividad los objetos han sido perceptibles y asequibles hasta ahora al grupo o al individuo".

De manera semejante, el discurso que emitimos reproduce aspectos de discursos ajenos, en su totalidad o en parte. El discurso que escuchamos procura INFORMARNOS algo acerca del mundo, por medio de imágenes particularmente elaboradas de los hechos y de las cosas; parciales, porque provienen de perspectivas selectivas y forzosamente limitadas o parcelarias. A la vez que procura influir en nosotros, haciéndonos saber, ser y hacer con determinadas intencionalidades y orientaciones.

Esas imágenes pretenden ser la "Realidad" misma, cuando sólo son "Construcciones" que la sustituyen.
Esta relación de discurso y realidad la comprenden y conocen bien los creadores y estudiosos de la literatura, que es creación de imágenes del mundo por medio de la palabra, o del discurso; o creación de "Realidades" de palabras.

El "Constituir Realidales" con Palabras es operación específica del discurso literario, creador de su referente, que es el Lenguaje. Y no cabe prueba de verdad, porque el suyo es el mundo que el propio discurso crea.

El discurso "común" o "natural" (periodístico, político, propagandístico, coloquial, etc) suele proceder de manera semejante. Pero con la diferencia de que, en aquel caso, no hay modo ni necesidad de verificación o confrontación con la "realidad extra-discursiva", mientras que en este la realidad extradiscursiva puede convertirse en ficción por sortilegio de los procedimientos del discurso, cuando los signos sustituyen a las cosas y los hechos transfigurándolos, antes que indicándolos objetivamente. Por esto, el discurso común necesita ser sometido permanente y vigilantemente a la prueba de verdad.