jueves, 7 de febrero de 2008

Estudio de Caso.

Un método para poner a prueba una hipótesis, es el Estudio de caso, toma a algunos entrevistados y analiza a fondo sus reacciones. Por ejemplo, en una parte del trabajo de Cantril, a las personas que admitieron haberse asustado con la transmisión se las entrevistó exhaustivamente acerca de sus reacciones. Tales testimonios son valiosos, pero ¿ estamos seguros de que aprendemos diversos elementos confiables sobre la forma en que se conducen la mayoría de las personas? No sabemos si los informes son representativas de la población en conjunto o si son peculiares de los individuos cuyas reacciones se registraron. La mayor parte de los informes de Cantril fueron recabados en un solo sitio de Estados Unidos, Nueva Jersey, el supuesto lugar del aterrizaje de los marcianos. Es posible que el desastre inminente haya llevado a la gente a comportarse de manera muy distinta que los habitantes de zonas distantes. Se obtuvieron otros relatos de personas que se enteraron de la investigación de Cantril y se tomaron la molestia de escribirle. Estos informes son interesantes, pero representan una parte muy selecta de la población: la de aquellos que sintieron el deseo o la necesidad de narrar sus impresiones. En consecuencia, la tendencia a emplear estos casos como medios de generar hipótesis, no de controlarlas.

Estudio Payne.

Estudio Payne: en 1929, el fondo Payne, patrocinó una investigación que finalizó con doce informes separadosl Al concentrarse en las películas y sus efectos sobre los niños; se entrevistaron a los adolescentes y se les tomó una opinión de que si tal o cual película los había influenciado.
Pero no se midió esa apreciación con ningún instrumento científico. Los resultados de estos estudios se tomaron como correctos. Surge así la Teoría de la Bala o Hipodérmica.
La Teoría de la Bala Mágica.
El primer conjunto de creencias sobre la naturaleza y el poder de las comunicaciones de masas no fue formulado de hecho en su momento por ningún estudioso de las comunicaciones. Pero en visión retrospectiva se conoce como la Teoría de la Bala Mágica. Posteriormente se denominará Teoría Hipodérmica o Teoría de la reacción en cadena.
La idea básica que subyase a estas nominaciones es que los mensajes de los medios de comunicación son recibidos de manera uniforme por todo el público y que las reacciones inmediatas y directas son disparadas por estos estímulos (De Fline Melvin-Ball-Rockcach 1986). Hacia fines del siglo XIX la concepción orgánica de la sociedad prevista por Comte y Spencer hasta el análisis de Durkheim, respecto a la división del trabajo, se fue configurando una nueva imagen de la sociedad que desdibuja sus rasgos tradicionales para convertirse así en una sociedad de masas. Las masas, se convierten así, en un objeto de estudio y de hecho, durante los años de 1920, el temor a la manipulación mediática aparece como una característica que describe la poderosa capacidad de influencia que tuvieron los primeros medios de comunicación.
En coherencia con esta percepción, la audiencia era concebida notablemente indefensa ante los medios, puesto que:
1) Los individuos se hallaban aislados psicológicamente.
2) La impersonalidad predominaba en las interacciones sociales.
3) Los individuos no se veían afectados por los vínculos sociales.

Diferenes factores confluyen posibilitando la consolidación de la psicología como ciencia hacia principios de siglo pasado:
a) Las demandas del ejército.
b) Las demandas de la industria
c) Y más tarde los partidos políticos.
Favorecieron además, la aplicación práctica a diferentes técnicas de comunicación persuasiva.


sábado, 2 de febrero de 2008

Estudio de Hadley Cantril


Hadley Cantril (1939)
A raíz de la transmisión de la "Guerra de los Mundos" se realizó un estudio dirigido por Hadley Cantril de la Universidad de Princenton que contradijo los descubrimientos del Fondo Payne y refutaron la Teoría de la Bala.
Se entrevistaron personas sobre sí creyeron o no en la invasión extrarrestre. Los resultados fueron divididos encategrorías de individuos, mostrándose que el porcentaje de quienes no creyeron la transmisión era el de mayor nivel académico.



Orson Welles. Autor de la adaptación radiofónica (1938).
Welles y el resto de los actores del programa, ajenos al caos que estaban ocasionando, acabaron su dramatización diciéndoles a los oyentes que todo era una broma. "Damas y caballeros, les aseguro que la guerra de los Mundos no tenía otra intención que entretenerles en la víspera de Halloween".

Los métodos de la Psicología Social.


Una vez delimitado el campo de la psicología social, pasemos del qué al cómo. Para empezar, volvamos al pánico desatado por la transmisión de la guerra de los mundos.
El relato de Hadley Cantril de los acontecimientos que suscitó la emisión nos brinda ejemplo detallados del comportamiento durante las crisis. Nuestra primera reacción a las 135 entrevistas sería de desaliento y confusión. Encontraríamos que algunos gritaron, lloraron, reunieron a sus familiares o corrieron con sus amigos. Hallaríamos que unos se aterrorizaron y otros mantuvieron la calma y esperaron el ataque de los marcianos. Otros más no se creyeron el programa y continuaron con sus ocupaciones.
Es toda una gama de actos, y nos veríamos en aprietos para dar una descripción exacta del comportamiento en crisis luego de una ojeada a las entrevistas de Cantril.
Los investigadores de casi todas las ramas del conocimiento enfrentan de continuo esas tareas exigentes: deben entender vastas cantidades de datos y comunicar sus conclusiones a otros investigadores. En el esfuerzo por ser congruentes el estudiar y hacer públicos los sucesos, los investigadores establecen un conjunto de normas que rigen estos procedimientos. Y este conjunto de reglas de investigación constituye una ciencia. Sea que tratemos del estudio de la química, la física o la conducta social, el elemento común que hace que cada uno de estos campos de estudio se denomine ciencia es su adhesión al método científico: a un conjunto normalizado de reglas para investigar fenómenos y comunicar resultados.
A muchos les intimida el término ciencia. Es una palabra que nos recorre el espinazo mientras pensamos en una banda de individuos con gafas y batas de laboratorio afanados en algún problema complicado y casi misterioso, que hablan con oraciones largas e incomprensibles. Pero nada hay de misterioso en la ciencia. Es una actividad que pretende:
1) Describir.
2) Predecir.
3) Y Explicar los fenómenos.
Para conseguir estos objetivos, el científico controla las condiciones de modo que el fenómeno buscado se produzca. En cierto sentido, es razonable ver a la cienci como una búsqueda interminable de conocimientos de acuerdo con un conjunto de reglas aceptadas. Lo que emociona a muchos (y frutra a otros) es que cada respuesta que encontramos suscita nuevas preguntas y retos para la investigación científica. El filósofo George Santayana captó el proceso en su descripción de William James:
Me parece que se hubiera deprimido de haber tenido que admitir que por fin se resolvieron todas las preguntas importantes. Habría mantenido la esperanza de que algo diera un giro y que, como al verdugo científico que estaba a punto de despachar al condenado a la hora, un testigo inesperado se abalanzara a toda prisa y demostrara su ignorancia. (Santoyana, 1920).
Con la intención de hacer expeditas estas metas y guiar la investigación, los científicos formulan teorías e hipótesis.
Una Teoría es una enunciación sistemática que explica por qué dos o más fenómenos están relacionados. Las Teorías pueden ser generales (como la de Copérnico del movimiento heliocéntrico de los planetas), o restringidas a ecxplicar (digamos, por qué la gente se asusta en ciertas circunstancias, por qué se forman denominadas actitudes o por qué unas personas agreden a otras).

Los científicos también plantean Hipótesis: esto es, conjeturas informadas sobre la relación entre fenómenos. A diferencia de las teorías, las hipótesis no pretenden explicar por qué se relacionan los fenómenos, sino que expresan cuál será dicha relación. Las hipótesis pueden derivarse de las teorías o bien plantearse a partir de los datos que tengan. Por ejemplo, una hipótesis que sugieren los datos de las entrevistas de Cantril es que la gente tiende a reunirse cuando se siente angustiada, nerviosa o asustada. Este enunciado es una hipótesis y no una teoría porque no hace más que afirmar una relación sin tratar de explicar sus causas. La hipótesis será correcta o incorrecta: la comprobación de hipótesis es una de las principales tareas de la ciencia. La psicología social, como otras disciplinas cientificas, se ocupa de explicar, predecir, comprender y verificar relaciones entre fenómenos.
Cuando el psicólogo social sigue el método científico, puede tener una teoría o hipótesis acerca de cierta conducta humana. La tarea fundamental es localizar la información que comprobará o refutará la teoría.
El psicólogo social debe obtener datos, hechos que apoyen su teoría para persuadir a los críticos y a otros científicos.
Los psicólogos sociales aplican diversos métodos para comprobar las teorías y explorar los hechos que confirmarán o refutarán sus o su hipótesis.

viernes, 1 de febrero de 2008

Progreso de la psicología social en la década de 1990.


El ritmo de progreso y cambio continuó hasta la década de 1990, pues la psicología social no perdió su sensibilidad por los temas sociales. Desde hace algunos años, los psicólogos sociales saben que la cultura tiene profundos efectos en el comportamiento, de este modo, si la disciplina quería presentarse como interesada en las teorías generales de la conducta social, debía incluir estudios de otras culturas. Varios investigadores (por ejemplo, Berry, 1979, Bond y Yang, 1982, Brislin, 1980, Lonner, 1980, Triandis, 1975) se levantaron como firmes defensores de la necesidad de estudiar la influencia de la cultura en el comportamiento social. Al principio sus esfuerzos no fueron considerados parte central de la disciplina, pero la creciente globalización, en los ámbitos de los negocios, la política y el entretenimiento, así como las cada vez más numerosas aportaciones de psicólogos sociales ajenos a los países de Occidente fomentaron el interés por los estudios transculturales. En esa década de 1990 se publicaron varios libros influyentes dedicados al papel de la cultura en la conducta social (Kitayama y Markus, 1994, Matsumoto, 1996, Triandis, 1994).
En esa década de los noventa, la psicología social amplió sus horizontes para abarcar otros temas sociales importantes. En respuesta al incremento persistente del SIDA en todo el mundo, se ha generado mayor interés en el uso de las técnicas de influencia social para cambiar la conducta social (Fischer y Fischer, 1992).
Los estadillos trágicos de violencia étnica en Yugoslavia, África Central y la ex Unión Soviética estimularon nuevas investigaciones sobre la identidad personal y la importancia de la etnicidad para ésta (Ethier y Deaux, 1994, Sidanius, 1993, Turner, 1987). Con esto no sugerimos que la psicología social sea un campo impulsado únicamente por los temas sociales actuales, pero es importante reconocer que durante su historia ha estado lista a aplicar sus teorías y métodos para comprender mejor los problemas sociales apremiantes del momento. Con frecuencia, estos temas han definido direcciones nuevas y han mantenido la vitalidad y la importancia del campo.
Asi, la psicología social de nuestros días no se concentra ciegamente en los temas prácticos ni se preocupa nada más por los teóricos, sino que representa la coexistencia de las aproximaciones aplicada y básica, ambas renovadas y estimulantes. Aunque se debate-a veces en forma acalorada- cuál es el verdadero método de la psicología social (Gergen, 1989, Zajon, 1989), es de esperarse que surgirá un campo nuevo y más vigoroso de este conflicto filosófico. La investigación básica selecciona nuevas ideas y áreas de estudio del territorio virgen que abren los investigadores en las áreas de la investigación aplicada. A la inversa, el psicólogo cuyo afán es llevar la antorcha de la psicología social al campo de los temas sociales está en posición de aprovechar un conjunto de conocimientos que aumentan con rapidez. Como veremos en el recorrido de esta asignatura, la psicología social actual está representada por variadas preocupaciones, aproximaciones y métodos, cada uno con el potencial de completar y fortalecer al otro.
Elliot Aronson (1989) equiparaba el campo de la psicología social a:
"Una gran carpa de circo en la que se ejecutan simultáneamente muchos números, que en ocasiones se cruzan, entremezclan y superponen. En la carpa circense del mundo, a menudo chocamos unos con otros, nos cuestionamos, nos influimos y definimos mejor los razonamientos de unos y otros para el mejoramiento general del producto último".