Señala Durkheim en este texto que desde el punto de vista del sentido común y partiendo del hecho de que el delito es detestado y detestable, concluyó sin razón, que éste nunca podría desaparecer por completo. Desde esta mirada del sentido común no se concibe que una cosa que repugna pueda tener una razón de ser útil y sin embargo, no hay en ello ninguna contradicción.
¿En el organismo, no hay acaso, funciones repugnantes cuyo ejercicio regular es necesario para la salud del individuo?. Acaso no detestamos el sufrimiento y sin embargo, un ser que no siente o que no conociera el sufrimiento sería un monstruo. Hasta puede suceder que el carácter natural de una cosa y los deseos de alejamiento que inspiran sean solidarios. Por ejemplo; si el dolor es un hecho natural, lo es a condición de que no se lo ame. Si el delito es normal, a condición de que se lo deteste. Ocurre sin cesar que una cosa, pese a ser dañina por algunas de sus consecuencias, sea, por otras, útil o hasta necesari para la vida. Otra posibilidad es que, si los malos efectos que tiene son neutralizados regularmente por una influencia contraria, resultaría que de hecho servirá, será útil sin perjudicar, pero siempre es detestable, porque no deja de constituir por sí misma, un peligro eventual no impedido por la acción de ninguna fuerza antagonista. Así sucede con el delito; el daño que ocasiona a la sociedad es anulado por el castigo, si éste se aplica conforme a unas reglas, lo cual quiere decir que, sin producir el mal que implica.
En el prólogo a la segunda edición explica la proposición según la cual se deban tratar los hechos sociales, como si fueran cosas (proposición básica de su método) es una de las que más contradicciones ha provocado.
Algunos encuentran paradójico asimilar las realidades del mundo exterior, a las realidades del mundo social. Cabe aclarar que la sociología de Durkheim no dice que los hechos sociales son cosas materiales sino que son cosas como las cosas materiales aunque de otra manera. Frente a la pregunta ¿Qué es realmente la cosa? dice; "la cosa se opone a la idea, como lo que se conoce desde afuera se opone a lo que conocemos desde adentro. Cosa es todo objeto de conocimiento que no se compenetra con la inteligencia de manera natural, todo aquello de lo que no podemos hacernos una idea adecuada, por un simple procedimiento de análisis mental. Todo lo que el espíritu no puede llegar a comprender más que con la condición de que salga de sí mismo, por vía de observaciones y experimentaciones, pasando progresivamente de los rasgos más exteriores y más accesibles de manera inmediata, a los menos visibles y más profundos. Entonces, tratar como cosas a los hechos de un cierto orden no es, pues, clasificarlos en tal o cual categoría de lo real, es mantener frente a ellos una actitud mental determinada. Es absorber su estudio partiendo del principio de que ignoramos por completo lo que son, y que no podemos descubrir sus propiedades caracterísitcas, como tampoco las causas desconocidas de las que dependen, ni siquiera valiéndose de la introspección más atenta" (E. Durkheim).
Contrapone a estos hechos; los hechos propiamente dichos, los cuales en el momento en que emprende una tarea científica con ellos se presentan ante nosotros como incógnitas, cosas ignoradas, pues las representaciones que de ellos pudimos hacernos en el curso de la vida fueron hechas sin método y sin crítica, por lo que carecen de valor científico y debemos hacerlas a un lado. Este tipo de hechos son caracterísitcos de la psicología individual por lo que los "hechos de la psicología individual presentan este carácter y deben ser considerados bajo este aspecto, tales hechos, pertenecen a nuestro interior por definición, la conciencia que de ellos tenemos no nos revela ni su naturaleza interna ni su origen". Esa "conciencia" no da de ellos impresiones confusas, pasajeras, subjetivas, pero ideas claras y concretas, ni conceptos explicativos. Precisamente por este motivo se ha fundado en lo que va del siglo una psicología objetiva cuya regla fundamental es estudiar los hechos mentale desde afuera, es decir, como cosas. Con mucha más razón debe ser así el estudio de los hechos sociales.
En el prólogo a la segunda edición explica la proposición según la cual se deban tratar los hechos sociales, como si fueran cosas (proposición básica de su método) es una de las que más contradicciones ha provocado.
Algunos encuentran paradójico asimilar las realidades del mundo exterior, a las realidades del mundo social. Cabe aclarar que la sociología de Durkheim no dice que los hechos sociales son cosas materiales sino que son cosas como las cosas materiales aunque de otra manera. Frente a la pregunta ¿Qué es realmente la cosa? dice; "la cosa se opone a la idea, como lo que se conoce desde afuera se opone a lo que conocemos desde adentro. Cosa es todo objeto de conocimiento que no se compenetra con la inteligencia de manera natural, todo aquello de lo que no podemos hacernos una idea adecuada, por un simple procedimiento de análisis mental. Todo lo que el espíritu no puede llegar a comprender más que con la condición de que salga de sí mismo, por vía de observaciones y experimentaciones, pasando progresivamente de los rasgos más exteriores y más accesibles de manera inmediata, a los menos visibles y más profundos. Entonces, tratar como cosas a los hechos de un cierto orden no es, pues, clasificarlos en tal o cual categoría de lo real, es mantener frente a ellos una actitud mental determinada. Es absorber su estudio partiendo del principio de que ignoramos por completo lo que son, y que no podemos descubrir sus propiedades caracterísitcas, como tampoco las causas desconocidas de las que dependen, ni siquiera valiéndose de la introspección más atenta" (E. Durkheim).
Contrapone a estos hechos; los hechos propiamente dichos, los cuales en el momento en que emprende una tarea científica con ellos se presentan ante nosotros como incógnitas, cosas ignoradas, pues las representaciones que de ellos pudimos hacernos en el curso de la vida fueron hechas sin método y sin crítica, por lo que carecen de valor científico y debemos hacerlas a un lado. Este tipo de hechos son caracterísitcos de la psicología individual por lo que los "hechos de la psicología individual presentan este carácter y deben ser considerados bajo este aspecto, tales hechos, pertenecen a nuestro interior por definición, la conciencia que de ellos tenemos no nos revela ni su naturaleza interna ni su origen". Esa "conciencia" no da de ellos impresiones confusas, pasajeras, subjetivas, pero ideas claras y concretas, ni conceptos explicativos. Precisamente por este motivo se ha fundado en lo que va del siglo una psicología objetiva cuya regla fundamental es estudiar los hechos mentale desde afuera, es decir, como cosas. Con mucha más razón debe ser así el estudio de los hechos sociales.